Es crear el espacio necesario para identificar, observar, tocar, abrazar, honrar y liberar la carga emocional negativa de aquellas heridas que acompañan al niño que todos llevamos dentro y que se han convertido en pesadas cadenas que le impiden ser feliz… Por las cuales, se ha olvidado de la creatividad, de cantar, reír, bailar, sonreír y conectar con su energía vital